Las humedades estructurales tienen serias consecuencias sobre la habitabilidad, salubridad y seguridad de los edificios que sufren este tipo de problema.
Peligro para la integridad estructural del edificio
Aquellos muros de carga en los que aparecen humedades pueden perder el 50% de su capacidad de carga, debido al debilitamiento de los elementos y materiales que lo integran.
De hecho, la oxidación posterior podría llegar a dañar permanentemente la estructura y generar un desprendimiento o un derrumbamiento.
Incremento del consumo energético
La utilización de los aparatos de calefacción para contrarrestar la humedad presente en el interior de los edificios también da lugar a un mayor consumo de electricidad.
Perjuicios para la salud
Finalmente, la presencia de humedad en los edificios puede provocar problemas respiratorios, alérgicos y dolores musculares de diversa índole y gravedad. Las humedades estructurales tienen serias consecuencias sobre la habitabilidad, salubridad y seguridad de los edificios que sufren este tipo de problema.
Detectarlas a tiempo no solo es clave para preservar la estética exterior del inmueble, sino también para evitar daños estructurales y filtraciones que pueden afectar al confort y la salud dentro del hogar.
En este artículo analizamos las principales tipologías de humedades en fachadas exteriores, sus causas más frecuentes y cómo realizar un diagnóstico eficaz.

Tipología y diagnóstico de humedades en fachadas
Aquellos edificios que no dispongan de un revestimiento de fachadas convenientemente impermeabilizante tenderán a absorber el agua de lluvia, así como la propia humedad del ambiente exterior.
Esta situación suele dar lugar al deterioro de la fachada, filtraciones al interior y la consiguiente aparición de humedades en el habitáculo interno.
La deficiente impermeabilización de las fachadas puede presentar determinados síntomas evidentes como consecuencia de la humedad. No obstante, conviene señalar que dicha humedad también puede provenir el interior, por lo que resulta imprescindible comprobar las dos hipótesis antes de proceder a la restauración.
Los síntomas exteriores más habituales de la deficiencia impermeabilización de fachadas son:
Eflorescencias o salitre sobre ladrillos o mortero
La presencia de eflorescencias, comúnmente conocidas como salitre, se hace visible sobre la superficie de los materiales de construcción utilizados, como el ladrillo o mortero.
El exceso de humedad termina diluyendo los cristales salinos presentes en dichos materiales, los cuales emergen a la superficie, donde se cristalizan al evaporarse en contacto con el aire.
El daño más evidente del salitre es el deterioro estético de la fachada, debido a la presencia de manchas blanquecinas sobre la misma. No obstante, también puede terminar afectando al revestimiento superficial y dar lugar a desconchones y desprendimientos.
Embolsados por humedad
Se trata de los habituales desconchados generados por la humedad presente en el soporte. Dependiendo de su ubicación, las causas probables son distintas. Los balcones y terrazas suelen verse afectados por filtraciones, mientras que las partes más bajas pueden estar sufriendo humedad por capilaridad. Lo explicaremos en detalle en el siguiente apartado.
Moho y verdín en fachada
Las fachadas no impermeabilizadas en zonas con ambiente húmedo, y rodeadas de vegetación son el lugar idóneo para la aparición de moho y verdín.
Desprendimientos parciales de la fachada
En el peor de los casos, la pérdida de integridad de los revestimientos o de la propia estructura de la fachada puede dar lugar al desprendimiento de aquellas zonas con humedades.
Cómo abordar eficazmente las humedades en fachada
En definitiva, una correcta evaluación de los síntomas y un diagnóstico preciso son fundamentales para abordar eficazmente las humedades en fachada.
En Revetón contamos con un servicio de apoyo al profesional que ofrece asesoramiento técnico personalizado para cada caso, ayudando a seleccionar los productos más adecuados y garantizar una intervención eficaz. Prevenir o corregir a tiempo este tipo de patologías es invertir en la vida útil del edificio y en la calidad del ambiente interior.