Las problemáticas de las obras son muy variadas y muchas veces la solución no consiste en la aplicación de un producto sino en un proceso de distintas fases:
Reconocimiento preliminar del estado del soporte, fase imprescindible para realizar los tratamientos adecuados a las patologías observadas.
Fase de reparación o saneamiento del soporte. Es la mejor garantía para un resultado duradero.
Puente de adherencia necesario para fijar el acabado de forma eficiente.
Revestimiento final que aportará al soporte las prestaciones y cualidades adecuadas a su naturaleza y su entorno.
