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Análisis de las 5 mejores soluciones de aislamiento térmico de fachadas

El Código Técnico de Edificación (CTE) establece una serie de criterios destinados a garantizar la mayor reducción posible en el consumo de energía utilizada en nuestros edificios.

Esto incluye tomar las medidas necesarias para llevar a cabo el aislamiento térmico de los edificios, tanto en obra nueva, como cuando tiene lugar un proceso de rehabilitación de fachadas.

Actualmente, existen múltiples soluciones de aislamiento térmico. Sin embargo, no todas ellas son igualmente eficaces, ni presentan las mismas ventajas en cuanto a costes de ejecución e impacto sobre la habitabilidad del edificio.

A lo largo de este artículo, vamos a presentarle cada una de las opciones que se ofrecen en el mercado, así como sus principales características.

Sistema SATE-ETICS de aislamiento térmico de fachadas

El Sistema de Aislamiento Térmico Exterior consiste en la aplicación de un revestimiento aislante de múltiples capas protegido por un mortero.

La fijación tiene lugar tanto de forma adhesiva, como mecánica. Se trata del procedimiento más eficaz para aislar térmicamente la fachada de un edificio y su coste se amortiza en un periodo aproximado de diez años.

Ahorro energético óptimo: La pérdida de calor invierno y el calentamiento durante el verano se disminuyen en un 70% y un 30% respectivamente.

  • Se eliminan los puentes térmicos, principal causa del deficiente aislamiento térmico.
  • Se elimina la condensación interior, así como la formación de moho y aparición de filtraciones por humedad.
  • Se mejora el aislamiento acústico del exterior.
  • No se reduce el espacio útil en el interior de las viviendas.
  • Se protege la fachada frente a las agresiones climáticas, como la lluvia, la polución o el viento.
  • Se protege la estructura frente a choques térmicos.
  • Se corrigen fisuras del paramento.
  • Se renueva el aspecto completo de la fachada, con la posibilidad de aplicar multitud de acabados distintos.
  • No se requiere proceder a ningún derribo ni trabajo interior.

Esta alternativa es, con diferencia, la mejor de todo el listado. Al final de nuestro artículo, le ofrecemos nuestra propia recomendación de la firma Revetón.

Sistema de aislamiento térmico exterior con fachada ventilada

El aislamiento exterior con fachada ventilada tiene lugar mediante la fijación sobre la pared de una capa de aislamiento con estructura metálica. En sí mismo, el aislamiento puede ser rígido o semirrígido y, habitualmente, está compuesto por lana mineral.

La estructura metálica soporta, a su vez, una hoja de protección separada del aislamiento mediante el uso de una cámara, por donde circulará el aire por convección. Dicha hoja suele estar formada por vidrios, composite, bandejas, etc.

Este sistema es también muy eficaz y cuenta son ventajas similares a las explicadas en el apartado anterior dedicado al SATE.

Sin embargo, no es la mejor alternativa, dado que resulta bastante más caro y el incremento del espesor de la fachada es también mucho mayor.

  • Se eliminan los puentes térmicos.
  • Se protege la fachada frente a las agresiones climáticas, como la lluvia, la polución o el viento.
  • Se protege la estructura frente a choques térmicos.
  • Siempre que se den las condiciones de ventilación adecuadas, se eliminan los problemas de condensación y humedades.
  • No se reduce el espacio útil del interior de las viviendas.
  • Se evitan trabajos en el interior del edificio.
  • Se renueva la estética de la fachada.
  • Su instalación apenas requiere de preparación previa del soporte.
  • Posibilita la inclusión de instalaciones de diversa naturaleza entre la cámara y la capa aislante.

Sistema de aislamiento térmico de fachadas por inyección en cámara

La inyección de espuma de poliuretano, lana mineral o incluso celulosa es una de las alternativas existentes, cuando no es posible llevar a cabo una rehabilitación de la fachada exterior. Esto tiene lugar cuando la comunidad de vecinos del edificio no logra ponerse de acuerdo o existe algún otro tipo de impedimento.

El procedimiento consiste en inyectar el aislamiento en el interior de la cámara de aire de las paredes, siempre y cuando ésta exista y resulte accesible. Se necesita taladrar la pared y realizar una serie de orificios separados cada 50 cm para poder insertar la pistola de inyección.

Se trata de un sistema relativamente económico y no supone una pérdida de espacio útil. Sin embargo, presenta múltiples inconvenientes:

No es posible garantizar la uniformidad del aislamiento, dado que el resultado de la inyección de la espuma de poliuretano no es visible.

Se requiere proceder a la limpieza exhaustiva de la parte inferior de la cámara, donde suelen depositarse sedimentos de polvo y ladrillo.

  • No se eliminan los puentes térmicos.
  • El uso de celulosa está contraindicado en caso de detectarse problemas de condensación.
  • Se generan molestias en el interior del edificio o vivienda donde se está llevando a cabo la obra de aislamiento.
  • Se requiere proceder a la posterior reparación y pintado de la pared, debido a los orificios realizados para la inyección del aislante.

En definitiva, se trata de una alternativa secundaria para aquellos casos en los que el aislamiento exterior haya sido descartado.

Sistema de aislamiento térmico interior

En este caso, el aislante térmico es aplicado directamente sobre la pared interior, para proceder después a su revestimiento.

Por lo general, se utiliza un trasdosado a partir de poliuretano expandido o lanas minerales, para terminar con un revestimiento a partir de placas de yeso laminado, ladrillo, etc.

Puede tratarse de una alternativa interesante cuando se está procediendo a obras de rehabilitación interior, para aprovechar las sinergias generadas por la mano de obra.

Igualmente, esta opción de aislamiento también está destinada a aquellos casos en los que no sea posible proceder a una rehabilitación de la fachada exterior. De hecho, es el único sistema viable en los edificios que cuentan con un grado de protección para patrimonio histórico.

Probablemente, es la alternativa menos interesante de las explicadas hasta ahora, debido a que tiene un coste medio-alto y presenta múltiples desventajas de rendimiento y habitabilidad:

Se pierde superficie útil del habitáculo interior del edificio o la vivienda, dado que las paredes ganan un grosor de 5 cm.

  • No se resuelve el problema de los puentes térmicos.
  • Se generan molestias para los usuarios del edificio, al llevarse a cabo obras en el interior.
  • Es necesario extremar la atención sobre los remates de las zonas como puertas y ventanas.

Podemos concluir que el aislamiento térmico interior constituye la opción menos interesante y eficaz de cuantas hemos analizado, debido a un cierto desequilibrio entre el coste y las prestaciones ofrecidas.

Sistema de poliuretano proyectado para fachadas medianeras

La aparición de fachadas medianeras exteriores tiene lugar cuando se produce un derribo, sin la consiguiente construcción de un nuevo edificio.

Este tipo de fachadas presentan graves problemas de impermeabilidad y aislamiento térmico que pueden verse agravados por las inclemencias climatológicas y la presencia de polución.

En estos casos, y a la espera del levantamiento de la nueva edificación, lo más habitual es llevar a cabo la proyección de espuma de poliuretano y la posterior aplicación de una capa de pintura exterior o elastómero de poliuretano.

Obviamente, no se trata de una solución definitiva, ni mucho menos tan eficaz como los sistemas de aislamiento exterior que hemos visto al comienzo. No obstante, este artículo no estaría completo sin una mención a este sistema.

Nuestra recomendación Revetón

Si quiere proporcionar un aislamiento térmico de máxima eficacia y con una relación calidad-precio imbatible, le recomendamos optar por el sistema Wall-Term® de aislamiento térmico por el exterior.

Se trata de la solución más operativa y eficaz de cuantas existen en el mercado y aporta un valor añadido a las edificaciones, las cuales ven mejorada su imagen y durabilidad. Además, como hemos explicado al comienzo, no supone ningún tipo de trastorno ni molestia para los usuarios del edificio.

El sistema SATE de Wall-Term® se presenta en 3 opciones distintas:

  • Wall-Term® Classic: Se basa en la utilización del mortero polimérico en pasta Adhesivo Wall-Term®. Ofrece el máximo nivel de adherencia tanto sobre el soporte, como sobre el panel aislante.
  • Wall-Term® Pro: Incorpora el mortero polimérico en polvo Mortero Wall-Term® Pro. Es la alternativa más económica y cuenta con un buen nivel de trabajabilidad y fácil gestión de los residuos de obra.
  • Wall-Term® Flex: Permite la aplicación del mortero polimérico sin cemento Base Flexible Wall-Term® en capa base de acabados. Es la alternativa que presenta mayor flexibilidad y productividad, reduciendo el proceso a una sola capa.

Además, el sistema presenta un total de 12 acabados impermeabilizantes y transpirables de diversas texturas, disponibles en 312 colores de pintura para exteriores.